domingo, 1 de noviembre de 2009

UNA HISTORIA DE DOS (A)

Esta es la historia de dos arqueprumiffes, una mujer y un hombre, llamados Armica y Levoss. Seres bajitos, de largos brazos, con cabello enrulado, ojos verdes que les permitían ver en la oscuridad. Estos dos jóvenes nacieron en la época en que su pueblo, Los Sinfines, era gobernado por el temeroso brujo Umari, al cual ni la poderosa bruja Kiwil podía derrotar. Este malvado hechicero estaba destruyendo el Bosque Lejano, lugar donde habitaba el pueblo de Los Sinfines.
Cuando nacieron la bruja Kiwil dijo que ellos eran los “elegidos” para derrotar a Umari. Por lo cual el malvado brujo los hechizó haciendo que cada vez que los niños vieran un animal herido, se volvieran duros como las piedras. Por esta maldición, Armica y Levoss no podían cumplir la costumbre de los arqueprumiffes en la guerra. Para los que no conocen esta tradición, les contaré un poco. Como los habitantes de Los Sinfines eran seres amantes de los animales y pacifistas, no iban a las guerras a luchar, sino que todos los arqueprumiffes mayores de quince años iban a curar a los animales heridos durante la batalla.
Aunque todo el pueblo de Los Sinfines se sentía asombrado por la predicción de la bruja del pueblo, luego de un tiempo nadie lo puso en duda. Armica y Levoss eran dos pequeños arqueprumiffes llenos de alegría y sueños, a los cuales el Brujo Umari quería matar para que no cumplieran con su misión. Trató una y otra vez de destruir a sus enemigos pero no lo logró, los jóvenes arqueprumiffes lograban escapar de cada trampa mortal con agilidad, inteligencia y destreza.
Ahora que saben más sobre estos dos habitantes especiales del pueblo de Los Sinfines, podré contarles el momento tan esperado, cuando lograron cumplir su misión, lo que los convirtió en los héroes del pueblo de Los Sinfines.
Con tan sólo diecisiete años, Armica y Levoss se habían enamorado y estaban comprometidos. Un día en el que fueron a pasear por el bosque, se encontraron frente a frente con su gran enemigo, el temible Umari; éste, cansado de tantos intentos fallidos, quería terminar con aquellos seres personalmente.
Se cuenta que aquel día en el que se enfrentaron los dos arqueprumiffes y el malvado brujo, en el cielo estaban presentes el Sol y la Luna, los dos en el mismo momento, en el mismo cielo.
Tras una difícil batalla en la que el Brujo lanzaba tales hechizos hacia la joven pareja, los dos juntos se ingeniaron para lograr esquivarlos y terminar de una vez con el destructor de Los Sinfines.
Cuando la guerra terminó, los jóvenes arqueprumiffes lograron cumplir su misión, devolviendo la paz y armonía de su pueblo.
La leyenda dice que Armica y Levoss nunca quisieron contar cómo lograron destruir al brujo Umari. Por más que muchos arqueprumiffes les insistieron, ninguno de ellos nunca contó nada. Y es así como hoy en día es un misterio.
Terminada la batalla, la pareja fue reconocida como los héroes unidos reconquistadores de la paz.
Armica y Levoss se casaron y tuvieron dos hijos: Azor y Matt. Murieron los dos el mismo día, en el mismo momento, como todo arqueprumiff, feliz y en paz.
Y bueno señores, esta ha sido la breve historia de dos habitantes del pueblo de Los Sinfines que, juntos, con valentía, afrontaron su misión y lograron cumplirla con pleno éxito.
Este mensaje va para todos, porque todos tenemos una misión en este mundo. Nunca se rindan, sean como Armica y Levoss, que por más que podían morir en su misión, vivieron su vida llena de sueños y alegría, siempre con esperanza y amor. Que los obstáculos no hagan que se rindan, porque luego de un duro “viaje” nos encontraremos con algo hermoso que valió la pena.

Seudónimo: Maggie Mo

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